Es el primer paso en toda rutina facial que se precie y fundamental para que el resto de productos que utilizamos hagan su efecto de forma adecuada. Existen múltiples maneras y productos para llevarla a cabo en función de lo que busquemos conseguir con ella y de las características de nuestra piel. ¿Sabes ya de qué estamos hablando?
Eso es, hablamos de la limpieza facial.
Muchas veces tendemos a olvidarla o descartarla porque nos parece innecesaria. Pero acostumbrarnos a realizarla correctamente muchas veces sólo depende de haber dado con un producto acertado.
De forma general, para una limpieza adecuada debemos tener en cuenta tanto el estado de nuestra piel como nuestro estilo de vida en lo que a ella respecta. Es importante realizar la limpieza dos veces al día. Por la mañana para retirar las toxinas y residuos naturales que genera la piel durante la noche, antes de su cuidado y de aplicar el maquillaje. Por las noches para retirar este último así como los productos de la contaminación que hayan podido quedar depositados sobre ella. Además, cuando nos maquillamos es importante realizar una limpieza en dos pasos que permita primero eliminar los restos de maquillaje y protección solar y a continuación limpiar la piel de forma directa. Para ello siempre es muy importante encontrar tus limpiadores ideales, pues verás que cuando los encuentres, no podrás volver a saltarte este paso nunca más.
Existen múltiples tipos de limpiadores con y sin aclarado. Entre los primeros, encontramos jabones, geles, mousses, espumas, cremas, aceites, bálsamos y exfoliantes físicos. Su uso requiere de un aclarado con agua tibia que no dañe la piel. Entre los limpiadores sin aclarado encontramos las aguas micelares, leches desmaquillantes, lociones y también podemos incluir aquí los desmaquillantes específicos para ojos.
El estado de tu piel y sus características determinarán cuál es el limpiador que mejor se adapta a ti y dado que las pieles son muy agradecidas cuando reciben un correcto cuidado, es seguro que la sensación que un limpiador adecuado dejará en tu piel te ayudará a elegirlo. Dicho de otra forma, si tu limpiador actual no te convence, es probable que sea porque no encaja con las características actuales de tu piel.
Recuerda que el mejor cuidado que le puedes dar a tu piel es aquél que realmente realices, por ello adaptar los productos de tu rutina a sus características es fundamental para mejorar su estado y asegurar su perfecto mantenimiento.